"Era un día de buen tiempo, el cielo estaba despejado y la temperatura era agradable. Fuí a calzarme a la terraza, tenía pensado salir por la noche, cuando sorprendido por un destello, dirigí
mi mirada a la ventana; estaba alli, inmovil, ondulado en el cielo, a pocos metros de mi. Se erigía como un objeto pequeño, de unos seis metros de lado. Tenía siete brillos que llamaron mi atención. Corrí las ventanas de la terraza y sentí un estrepitoso sonido, era como el chirriar de un engranaje mal engrasado. Desconcertado y aturdido me dirigí a la cocina, pero sin poder remediarlo, me desplome sobre el suelo antes de llegar. Pasarían unos diez minutos antes de que me despertara, cuando volví a mirar al cielo, aun estaba allí, pensé que, al menos lo debía fotografiar, para que la gente pudiera creerme; presto, me dirigí a la habitación, pero cuando regresé, se había ido, ya no estaba. ¿Que pasó durante el tiempo que estube inconsciente? No lo sé, pero tengo vagos recuerdos de seres pequeños, grises, de cabezas grandes y ojos brillantes... Al dia siguiente, adverti una cicatriz en la cabeza, en el nacimiento del pelo, jamás me lo he podido explicar..."
3 comments:
Las cosas hay que narrarlas bien, cuando se narran bien la gente las cree. Toda diferencia con la realidad se debe a los recursos literarios del autor.
Veraz como la vida misma... si lo sabre yo...
Yo también trato personalmente con el individuo del avistamiento y debo discrepar con javichenco debido a que es palpable su trastorno mental
Pido perdón públicamente por dudar de ese tal Javier N.P. Tus palabras me han echo reaccionar. Yo no digo que no lo viera(si fuese un sábado después de un botellón), pero después de cenar, y no haber comido setas... Le pido al chico éste que me lleve a ver a su colega Azrael y a los amigos raelianos. Cada día estamos más cerca de la embajada en Israel para los OVNIS.
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